Descripción o resumen: s veces sucede que un secundario adquiera tanta o más importancia que el propio protagonista, pero que lo hagan personajes meramente anecdóticos (no por su importancia en el desarrollo de los casos de Holmes, sino por el lucimiento que de ellos hace Conan Doyle), como es el caso de los Irregulares de Baker Street, es casi un paradigma dentro de la literatura. Los Irregulares son nombrados tan sólo en dos de las historias del canon sherlockiano: "Estudio en Escarlata" y "El signo de los cuatro"; y se da nombre a dos de sus integrantes: Wiggins y Simpson.